Cantar, tocar y jugar en la Capoeira
Un buen Capoeirista debe saber jugar, tocar y cantar. Para ello es necesario dedicarle tiempo, disciplina y empeño. Ser virtuoso y competente en estos tres artes debe ser un ideal perseguido por losCapoeiristas, ya que estos son los elementos que corporifican los secretos y detalles del Capoeiragem. Una roda con buenos instrumentistas y cantantes hace que los jugadores muestren todo su potencial.
El canto es un elemento importantísimo en la roda, un instrumento más que la llena de energía. Las letras hablan de la historia de la Capoeira, especialmente de los hechos cotidianos, como son la alegría de la Capoeira, la rabia, el odio, la justicia y la injusticia, el respeto, la libertad, la esclavitud...
Cómo comportarse en la roda
La roda de Capoeira puede entenderse como una reunión social y es caracterizada por la vitalidad, la alegría y la participación de todos los presentes. Por eso, hay que cantar, tocar y jugar, evitando conversaciones paralelas y disfrutando en todo momento de la energía de la roda.
Una roda oficial o conmemorativa es importante para quienes la promueven y hay que demostrar la estima y el respeto. Por lo tanto, hay que ir vestido con el uniforme de la escuela de Capoeira, y calzado según el ritual de la roda. La ropa tiene que estar limpia, ya que la ropa sucia es señal de falta de higiene y de respeto por la Capoeira. Nunca hay que ir sin camiseta o con la camiseta por fuera de los pantalones.
En la roda hay que evitar imponerse, ya que cada uno es como es y no hay que subestimar. En el juego prevalece la malicia, la agilidad y la sabiduría por encima de la fuerza física. Respeta a todas las personas, independientemente del sexo, color, religión, clase social, edad o grado de conocimiento. De esta forma, respetarás al prójimo y a ti mismo.
Mestre Pastinha enseñaba lo siguiente:
Nadie debe de enseñar todo lo que tiene, las entregas y revelaciones han de ser mostradas poco a poco. Eso sirve en la Capoeira y en la vida. Hay secretos que no pueden ser revelados para todas las personas. Y hay momentos que no se comparten con nadie.
